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El restaurante francés que sirve comida recuperada de la basura

Se llama Freegan Pony. Estuvo a punto de cerrar, pero seguirá adelante gracias a un acuerdo con la municipalidad.

“¡Freegan Pony no está muerto! ¡Viva Freegan Pony!” Con estas jubilosas palabras, el primer y único restaurante de Europa que sirve comida recuperada de la basura, Freegan Pony, anunció el 1 de julio su supervivencia a través de su página de Facebook, después de varias semanas de intensas negociaciones con el Ayuntamiento de París.

Tanto entusiasmo es lógico. Aunque Freegan Pony recoge los desechos de la basura para proveer de comida gratis a los pobres, a ojos del ayuntamiento, era un establecimiento ilegal y desregulado que operaba en un edificio público ocupado en París.

Freegan Pony sigue adelante

“Las negociaciones, que duraron 9 meses, fue muy complicadas”, dice Aladdin Charni, activista y fundador de Freegan Pony, durante una entrevista con La Vanguardia. “Fue necesario que todos los diputados del Ayuntamiento, desde la parte más social a la más económica, estuvieran de acuerdo para tomar una decisión unánime. Por los menos dos veces pensé que estaba todo perdido.” El Freegan Pony queda lejos de ser el clásico local de cuento de hadas al que acostumbra la exquisita oferta gastronómica parisina. Su enorme y oscuro espacio bajo la principal autopista de la circunvalación que rodea Paris estuvo abandonado durante 15 años. Anteriormente fue una nave. Sus chefs cambian el menú cada día, no por la temporada, sino por lo que han encontrado (o no encontrado) esa misma mañana. Aquí la creatividad no es elección, sino esencia.

“Después de recuperar los alimentos”, dice Charny, “nos planteamos qué hacer con ellos. Si conseguimos zanahorias, brócoli, remolacha ….hay que pensar bien el menú que podemos preparar”. Que Freegan Pony sea un restaurante vegetariano limita sus opciones aún mas.

En cuanto a la clientela, es más probable encontrarse a un refugiado sirio o una persona sin hogar que a un crítico culinario. Uno de sus primeros actos de celebración, después de llegar al acuerdo con el Ayuntamiento, fue organizar el reparto de víveres entre los sirios recién llegados a Paris el pasado 3 julio. Antes permitían a las personas sin hogar dormir en el restaurante durante la noche; pero eso ha cambiado para cumplir el nuevo acuerdo.

“Después de recuperar los alimentos”, dice Charny, “nos planteamos qué hacer con ellos. Si conseguimos zanahorias, brócoli, remolacha ….hay que pensar bien el menú que podemos preparar”. Que Freegan Pony sea un restaurante vegetariano limita sus opciones aún mas.

En cuanto a la clientela, es más probable encontrarse a un refugiado sirio o una persona sin hogar que a un crítico culinario. Uno de sus primeros actos de celebración, después de llegar al acuerdo con el Ayuntamiento, fue organizar el reparto de víveres entre los sirios recién llegados a Paris el pasado 3 julio. Antes permitían a las personas sin hogar dormir en el restaurante durante la noche; pero eso ha cambiado para cumplir el nuevo acuerdo.

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Aproximadamente una tercera parte de la producción global de comida se pierde o tira, según datos de la FAO “Me alimento de las basuras desde hace muchos años,” dijo Charni, en una entrevista con The World. “No por necesidad sino por convicciones políticas. Me parece que nuestra manera de consumir y tirar los alimentos es totalmente absurda, como si no tuvieran valor”.

Aproximadamente una tercera parte de la producción global de comida se pierde o tira, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Los desechos per cápita son de entre 95 a 115 kilogramos anuales en Europa y América del Norte, mientras que en la África Subsahariana y la Asia del sur, esta cifra se reduce hasta los 6 o 11 kilogramos por año.

La FAO afirma que en los países desarrollados muchos comercios tiran una gran cantidad de alimentos sólo por cuestiones de imagen. Y, además, ruega a los consumidores comprar sólo los alimentos que necesiten y planificar bien la compra.

El freeganismo nació de estos datos, proponiendo una manera de vivir alternativa que denuncie públicamente el exceso de consumismo y promueva la recuperación de los deshechos. El movimiento ha recibido mucha atención en los últimos años con documentales como Dive!, que explora lo que en América del Norte se denomina “Dumpster Diving” (búsqueda en el cesto de la basura).

Freegan Pony recoge sus alimentos no de las basuras de los supermercado sino del colosal mercado mayorista de Rungis, uno de los más grandes del mundo. La nueva ley francesa, que el Senado francés aprobó por unanimidad en febrero de este año, prohíbe a los supermercados tirar los alimentados pero no afecta a los mercados mayoristas.

La nueva ley francesa prohíbe a los supermercados tirar los alimentados pero no afecta a los mercados mayoristas Pero la legalización oficial de Freegan Pony conlleva un precio. Además de prohibir dormir a las personas sin hogar en sus instalaciones, deben pagar 25.000 euros al año como alquiler y contribuir con 250.000 euros a la renovación del edificio, que está en muy mal estado. Para este último objetivo, han empezado una campaña de captación de fondos y también decidieron empezar a pagar a sus cocineros.

A pesar de estos cambios, el Freegan Pony le aseguró a sus seguidores a través de Facebook que “el espíritu del proyecto sigue siendo el mismo” – donar la comida en un ambiente social –. Si las obras van rápido, su intención es abrir las puertas de nuevo en septiembre.

Fuente: Clarin La Vanguardia

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